Se presentó en Tenerife la bodega San Cobate (Ribera del Duero), una propuesta distinta y distintiva de la denominación que, lejos de “pinochos”, quiere ser la traductora fiel de un “terroir” maravillado desde el siglo XI. “Riberas” diferentes y muy, muy frescos.
Música recomendada: Red red wine (UB40)
«San Cucufato, San Cucufato los cojones te ato y hasta que no encuentres [mi objeto perdido] no te los desato».
Oración popular
Valga la antigua pregaria al mártir y santo Cucufate (o Cucufato, o Cugat o Cobate), patrón de los objetos perdidos, para metaforizar el trabajo hecho por la Bodega San Cobate, extendida en los terrenos que fueron, desde el XI, propiedad del monasterio benedictino de San Cucufate, con los años, por deformación, San Cobate, en la actual Gumiel del Mercado (Burgos). En efecto, la bodega, inaugurada en 2016, ha huido del “estilo Ribera” (“vinos yunque”, en palabras irónicas de uno de los responsables de San Cobate) para “encontrar” el verdadero espíritu del terruño y de la tempranillo, mirando a la madera de perfil y extrayendo todas las frutas y la frescura desde la geología y la tradición.
César Román (director comercial de la bodega) lo fue a contar a Tenerife, con el buen gusto de citarnos en el Bar Sabela (Santa Cruz), ese lugar donde habita, entre otras delicias, el “bikini” (mixto) definitivo, que no fue indultado tras la prolija cata.
Decía Marcos que la filosofía de la bodega, aparte el telurismo ya citado, se quiere de “vino de pueblo”, de expresión máxima del territorio, lugar virtuoso organizado en bancales, como en el Douro. De recuperar el cemento, la crianza tímida en madera (vieja) y la alegría frutal. Vinos con alta acidez y fluidez, entonces.
Iniciamos el viaje a la finca con el San Cobate 2018, el básico de la bodega. Sí: acidez, mucha fruta, sorpresiva frescura.
Adentrándonos… San Cucufate Altos del Viso 2018, sutileza, se le espera en su “prime” en un tiempo. San Cucufate Bancales del Jalón 2028, más poderoso, aunque sin perder del todo la ligereza. San Cucufate Monasterio 2018, madurez frutal, toques especiados, larga vida intuida.
Y final con el Rueda de la bodega, el San Cucufate Verdejo, ejemplo de lo que deberían ser los verdejos “à l’ancienne”, sutilmente mineral, cítrico, goloso…
Ahí estaban también Iñaki Garrido (Premium Drinks), elaborador (Las Toscas) y distribuidor, y, naturalmente, Cris Hernández, gurú de Sabela. Larga y risueña fue la sobremesa…
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